
¿Y en qué mejor momento que hacerlo en la adolescencia? Cuando los jóvenes reciben sus primeros ingresos que los destinan para sus intereses y/o proyectos y están comenzando a aprender cómo manejar el dinero.
Generar conceptos básicos sobre educación financiera durante los primeros años de formación, ya sea en las escuelas y/o a través de los padres, son claves para que a futuro esos niños y adolescentes tengan una mejor perspectiva económica y por ende, también financiera. Teniendo en cuenta, que van a manejar dinero durante toda su vida y en la educación básica universal aún no enseñan a utilizarlo.
Según encuestas realizadas a partir del programa “Aprendiendo a Ahorrar”, realizado por el Ministerio de Educación de la Nación, la Dirección General de Escuelas de la Nación y entidades financieras, los adolescentes aumentaron significativamente su interés en poder ahorrar en bancos, en relación a relevamientos anteriores. Quizás es un buen momento para que todos nos involucremos, recuperemos la confianza en el sistema financiero y, sobre todo, dejemos de evitar esos temas que parecen tan ajenos, pero nos afectan tan directamente.

