«Él sabía, como nosotros, que podría no sobrevivir esa noche», relató el Dr. Sergio Alfieri en una entrevista al «Corri
ere della Sera», recordando lo ocurrido la noche del 28 de febrero.
El médico del Papa contó cual fue ‘el momento más crítico’ El doctor Sergio Alfieri contó detalles de la salud del Papa durante la internación
El coordinador del equipo que atendió al Papa Francisco en el Hospital Gemelli dijo que la noche del 28 de febrero fue el momento más «crítico» de los 38 días de hospitalización y que el Santo Padre era consciente del peligro que corría.
«Siempre estuvo alerta. Incluso cuando su estado empeoró, se mantuvo plenamente consciente. Esa noche fue terrible; sabía, al igual que nosotros, que podría no sobrevivir», declaró el doctor Sergio Alfieri, en una entrevista publicada hoy por el periódico italiano Corriere della Sera.
El director del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas del Gemelli admitió que el Papa estaba «sufriendo» tras un episodio de aspiración de vómito, y que siempre había pedido ser informado «con veracidad sobre su estado».
«Tuvimos que decidir entre detener el tratamiento y dejarlo ir, o forzarlo y probar todos los medicamentos y terapias posibles, con un riesgo muy alto de dañar otros órganos. Y al final optamos por este camino», dijo el médico, enfatizando que la decisión siempre se tomó siguiendo los deseos de pontífice.
«‘Inténtalo todo, no te rindas’: eso es lo que todos pensábamos también. Y nadie se rindió», dijo el facultativo.
«El Papa -añadió -delegó todo tipo de decisiones sanitarias en Massimiliano Strappetti, su asistente sanitario personal, que conocía perfectamente sus deseos».
El comunicado del 28 de febrero, dos semanas después del inicio de la hospitalización, hablaba de un «empeoramiento repentino» del cuadro respiratorio, con un episodio de inhalación de vómito, que llevó al equipo médico a recurrir a la ventilación mecánica no invasiva.
Sergio Alfieri no dudó en afirmar que ese fue el «peor» momento de su hospitalización.
«Por primera vez, vi lágrimas en los ojos de algunas de las personas que lo rodeaban. Personas que, me di cuenta durante este periodo de hospitalización, lo amaban sinceramente, como un padre. Todos éramos conscientes de que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no sobreviviera», recordó.
