
La Virgen de Luján es una advocación de la Virgen María venerada en Argentina, especialmente en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires.
La historia de esta advocación comienza en 1630 cuando la imagen de la Virgen fue traída desde Brasil por el portugués Manuel de Sousa.
La leyenda cuenta que la imagen fue comprada por el terrateniente español Don Pedro de Mendoza, quien la colocó en su estancia en Luján. Sin embargo, la imagen comenzó a ser objeto de devoción popular después de que se produjeron varios milagros atribuidos a su intercesión.
En 1887, la imagen fue coronada como «Reina de la Argentina» y se inició la construcción de la Basílica de Nuestra Señora de Luján, que se convertiría en un importante centro de peregrinación en el país.
La Virgen de Luján es considerada la patrona de la Argentina y su festividad se celebra el 8 de mayo. La imagen original se encuentra en la Basílica de Luján y es visitada por millones de peregrinos cada año.
